[ Pobierz całość w formacie PDF ]
realizado ningún catastro. El cumplimiento de los acuerdos hasta el momento ha sido más
ornamental que real.
Durante los años 1997, 1998 y la mitad del 99 se realizaron los pasos que debían haberse
61
concretado en la reforma electoral. Sin embargo, cuando se convocó la consulta popular, el
pueblo dijo NO a las reformas constitucionales. Fue una situación un tanto confusa que, al igual
que el hecho de que el FRG haya ganado las elecciones, no se le encuentra mucha explicación.
Pero que le vamos a hacer, ese es el pueblo guatemalteco.
¿Cuál es el balance que hacen ustedes sobre el cumplimiento de los Acuerdos?
M.P: Que sólo se han cumplido de forma tal que permitan que Guatemala quede bien con la
comunidad internacional. O sea, que se han maquillado pero las arrugas continúan bajo el
maquillaje. Se han cumplido en un poco mas del 20%.
Los Acuerdos de Paz
Después de 36 años de guerra civil, y de infructuosos intentos por parte de la guerrilla
durante años ¿Cuál fue la circunstancia o circunstancias que determinan finalmente la
formación de una mesa de negociación entre el gobierno y las organizaciones armadas?
M.P: Diversos factores, entre los que podemos considerar: el equilibrio de fuerzas, las
presiones internacionales y nacionales, la necesidad de terminar con una guerra de casi 40 años,
así como el desgaste de ambos bandos. 36 años de guerra causaron cansancio en ambos
ejércitos. La presión internacional vino, fundamentalmente, de las potencias extranjeras pues
los organismos foráneos tuvieron menor incidencia.
El derecho a la paz es fundamental. Sin paz no es posible ejercer ningún derecho. La paz es
una condición básica, una condición sine qua non para el disfrute de cualquier otro derecho. El
proceso de paz guatemalteco se desarrolló con menos presiones, que las que sufrieron las partes
contendientes de otros países como Nicaragua o El Salvador por ejemplo, porque en el caso de
Guatemala, las mismas dependían en menor grado de potencias extranjeras. Ni la guerrilla ni el
ejército dependían de la Unión Soviética o Cuba, ni de Estados Unidos. Y por lo mismo el
conflicto se habría podido haber alargado durante muchos años más. Por ser el último de los
procesos de paz, se estudiaron otras experiencias y por ello fue mucho más rico y con mayor
participación de la sociedad civil organizada.
Parece que fue un logro de la guerrilla y del movimiento popular conseguir que el gobierno
reconociera el carácter político del enfrentamiento y aceptara negociar con los que hasta
entonces sólo habían sido "delincuentes" o "terroristas".
M. P: Desde el momento en que el gobierno decide negociar con la guerrilla, se les da ese
reconocimiento como movimiento revolucionario o insurgente, porque un estado nunca
dialogaría con delincuentes o terroristas por ejemplo. Sin embargo creemos que la URNG sufrió
un desgaste, pero a partir de la firma del acuerdo definitivo de paz y no antes. Aunque la
debilidad en los últimos acuerdos se debe fundamentalmente al peligro en que se pusieron las
negociaciones en octubre del 96 luego del secuestro de la señora Novella 44.
44
«En octubre [de 1996] ocurrió un hecho inesperado que cambiaría el curso de los acontecimientos y de
hecho el escenario del posconflicto. El gobierno se vio forzado a hacer público que la ORPA había se-
cuestrado a Olga de Novella, de 86 años, integrante de una de las familias de negocios más influyentes de
62
Es cierto que de cumplirse con los acuerdos en su totalidad, sería como si se hubiera
realizado una revolución. Pero hay que ser realistas y entender que no hay voluntad para que se
cumplan. A lo largo de estos 4 años y 4 meses sólo se han llevado a la práctica en un 20%.
Una revolución definida, por algunas organizaciones guatemaltecas, como más nacionalista
que socialista. Entendiendo por nacionalista el concepto usado en América Latina: la
independencia nacional frente al imperialismo norteamericano, la implantación de un estado
que garantice de hecho (y no sólo formalmente) los derechos básicos para la población, la
defensa de la cultura propia...
M.P: Me considero profundamente nacionalista, entendiendo este concepto no de la forma
en que se usa en España y Europa, sino entendiéndolo como el derecho que tenemos como
pueblo a nuestra libre autodeterminación.
En algún momento yo era partidario de una revolución socialista, porque la URSS era mi
[ Pobierz całość w formacie PDF ]